Jose Dávila Untitled Table 01, 2019
La obra de José Dávila (n. Guadalajara, México, 1974) se origina en los lenguajes simbólicos que funcionan dentro de la historia del arte y la visual occidental. cultura. Estos lenguajes pictóricos, gráficos y escultóricos son reconfigurados en relaciones contradictorias y contrastantes, poniendo al límite la correspondencia entre forma y contenido. El artista representa estas oposiciones a partir de diversas perspectivas: la asociación entre la imagen y la palabra; las disposiciones estructurales de ciertos materiales que pueden llevar al equilibrio armonioso o al desorden; el uso de rutas periféricas para definir el espacio arquitectónico y la presencia de los objetos. El trabajo de Dávila es esencialmente multidisciplinario; estas aporías materiales y visuales se concretizan de diferentes maneras y presentan paradojas que permiten la coexistencia de la fragilidad y la resistencia, la calma y la tensión, el orden geométrico y el caos aleatorio. El trabajo de Jose Dávila utiliza la apropiación y la recontextualización de obras de arte icónicas para cuestionar la forma en que reconocemos y nos relacionamos visualmente; una serie de traducciones y procesos de edición se llevan a cabo para alterar el proceso de identificación, se modifican los materiales, algunos elementos son evidenciados mientras que otros son ocultados, también se reproducen los lenguajes de ciertos movimientos artísticos con recursos locales y en un contexto contemporáneo. Su trabajo escultórico toma como punto de partida la especificidad de los materiales utilizados, su procedencia, su valor simbólico y sus características formales son elementos que entran en juego; materiales industriales interactúan con materiales orgánicos en crudo. Influenciado por su formación como arquitecto, Dávila dispone de los objetos como si fueran los elementos básicos del dibujo (punto, línea y plano) para crear construcciones que ponen a prueba nociones de equilibrio, estabilidad y permanencia. Con estas esculturas Dávila busca hacer evidentes y visibles los procesos físicos y las dinámicas que son necesarias para que las cosas mantengan su forma y ocupen el espacio de una manera específica y determinada. La intervención humana y la disposición material de las cosas producen sistemas híbridos que responden a intuiciones estructurales; lo técnico se desdobla a sí mismo como una dimensión poética.